Viñas propias, mayoría de Pinot Noir, buena reserva de vinos viejos en magnum para el dosage. Un Champagne básico imprescindible. James Bond sólo bebe Bollinger. Y parece que le va bien. ¿Qué es lo que hace de Bollinger uno de los mejores y más personales Champagnes? Curiosamente, la Maison Bollinger (léase /bolanllé/) es atípica desde muchos puntos de vista. En primer lugar, es una de las pocas Maison de Champagne que no tienen su sede en las ciudades de Reims o Epernay, y se mantiene fiel a su emplazamiento en la pequeña villa de Ay desde 1829. En segundo lugar, Bollinger es una de los pocas Maison de Champagne en cuyo coupage domina la Pinot Noir (una variedad tinta) en vez de la Chardonnay. El tercer rasgo diferenciador tiene que ver con la procedencia de las uvas que, con el tiempo, se convertirán en uno de los Champagnes más excitantes a disposición del amante del Champagne. Y es que, a diferencia de la gran mayoría de grandes casas, en Bollinger tienen muy claro que es necesario controlar los viñedos mediante propiedad.