Un Pedro Ximénez de uvas recogidas en los Montes de Málaga, en viñedos de suelos de pizarra en descomposición rodeados de un paisaje abrupto. Pasa cinco años envejeciendo en madera centenaria de roble americano, que aporta a este PX ambarino esos toques a dulce de leche y azúcar tostado tan característicos.
Todo el mundo los conoce como Dimobe pero, en realidad, la bodega se llama Bodega Antonio Muñoz Cabrera. Cosas de la notoriedad de una marca fácil de recordar. Lo importante, claro, es la historia de esta familia que lleva cinco generaciones elaborando vinos en la DO Málaga, una DO que tiene un complicadísimo reglamento que recoge hasta 19 tipos de vino entre secos, dulces, naturales o de licor, lágrimas (sin prensar), asoleados o arropados (con adición de arrope). Un sinfín de estilos muchos de los cuales hoy ya no se producen pues apenas han sobrevivido un puñado de elaboradores. Entre ellos, la Bodega Antonio Muñoz Cabrera, cuarta generación al frente, la quinta corretea entre viejos toneles y vasijas donde los vinos envejecen sin aportes de la madera. Vinos con historia, vinos tradicionales, precios estupendos, compras maestras.