Fernando Algueira elabora Dolio a partir de Mencía, Brancellao, Sousón, Caíño y Garnacha Tintorera plantadas en Carballocobo y Abeleda, en la Ribeira Sacra, Galicia, España.
Dolio viene de parcelas que totalizan apenas 3,7 hectáreas, de suelos pizarrosos, esquistosos, granitos, cuarzos y gneiss. Siempre en terrazas debido a la inclinación del terreno, entre 200 y 600 metros de altitud, con exposición Sur a Este y un clima mediterráneo continental con influencia atlántica.
Son parcelas viejas, plantadas hace 40 años, podadas con mimo siguiendo el método Guyot, por supuesto sin irrigación.
El vino se elabora con vendimia manual, racimo entero, pisado a la antigua en cubas abiertas de roble francés con maceración en frío y fermentado en barricas de 500 litros. Luego hace crianza de 24 meses en barrica bordelesa y fudre de 2000 litros.
Un vino que recupera parcelas que habían sido abandonadas después de la Guerra Civil española, cuya puesta en producción es costosísima por las condiciones del terreno, y que ahora ven la luz en forma de Dolio. El gran vino de Fernando Algueira.