Escolinas Verdejo Negro es un monovarietal procedente del Principado de Asturias, también llamado Baboso en las Islas Canarias o Alfrocheiro en Portugal. Verdejo Negro es la variedad tinta más escasa de Cangas. Se trata de una casta antiquísima y con larga historia en los viñedos de Europa, que se conoce como Trousseau en Francia (Jura), Bastardo en Portugal (Madeira) y en otras zonas de España, como Merenzao (Galicia) o Maturana (Rioja). Se estima que llegó a Cangas durante el siglo XI, acompañando a los monjes Benedictinos que habitaron desde su fundación, el Monasterio de Corias. Es una uva de maduración temprana, suficiente carga tánica y gran acidez, que se adapta mejor que ninguna a los climas septentrionales, marítimos y frescos. En este vino se incluye una selección de fincas de exposición sureste, con vasos de más de 60 años y producción limitada, que dan como resultado un vino realmente elegante y singular. Escolinas Verdejo Negro es un vino súper especial por la escasez de esta variedad, pero sobre todo por su equilibrio entre sencillez, elegancia y perfume. Quizás tenga más notas en común con vinos elaborados en el norte de Europa que con cualquier otra región española. Solo realiza crianza durante 8 meses en acero inoxidable para que la madera no disfrace ni lo más mínimo sus características varietales. Escolinas embotella el terruño de Cangas del Narcea (Asturias, España) a partir de las mejores uvas autóctonas. El paraje de Escolinas está compuesto por un conjunto de microfincas de apenas 0,6 hectáreas en Cangas del Narcea y otros pueblos de la comarca. Estos pequeños viñedos no son mecanizables, sufren pendientes de hasta un 30% unido a su altitud superior a los 500 metros sobre el nivel del mar, constituyen uno de los pocos viñedos de montaña de España. En estas laderas de gran inclinación las vides sobreviven en suelos de fuerte componente pizarrosa, particularidad del terruño que sirve de autoregulación en el vigor de la planta y da lugar a producciones pequeñas de vinos de perfil fino y elegante. Al clima extremo de Cangas y a sus suelos pizarrosos se han adaptado a la perfección variedades como la Albarín Blanco, la Verdejo Negro, Albarín Negro y la Carrasquín, que forman un conjunto de variedades que dotan a los vinos de carácter y personalidad.