De un coupage en el que la Garnacha y la Cariñena suponen casi el 90% nace Ferrer Bobet . De un rojo intenso tanto a la vista como a la nariz, en la que se encuentran las frutas rojas y las cerezas, con toques especiados, de paso ligero y sedoso, con taninos finos. Ferrer Bobet se basa en el respeto por la larga tradición vitivinícola del Priorat. Respeto por el desarrollo económico y social de esta escarpada y austera comarca rocosa del sur de Cataluña. Respeto mutuo entre dos viejos amigos, Sergi Ferrer-Salat y Raül Bobet, apasionados por el mundo y la cultura del vino. Y respeto por los amantes del vino que buscan un Priorat que refleje con pureza y armonía la esencia mineral tan propia de estas tierras. Se emplean viñas centenarias de Cariñena y Garnacha, plantadas sobre suelos de licorella, la pizarra típica de la región, que en el caso de Ferrer Bobet tiene la ventaja añadida de encontrarse en una finca fresca, con elevación y pendiente. De las setenta hectáreas de la finca, se han plantado apenas veintidós para mantener la biodiversidad, y se realiza una viticultura orgánica en la que no hay sitio para insecticidas, fungicidas o herbicidas.
Toro
