Gorka Izagirre G22 es la elegancia y sutilidad de un blanco atlántico que, por su frescura, acidez y fluidez, evoca al sotobosque húmedo. Se ha elegido de un pequeño viñedo de 6,5 hectáreas de la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina. Son 2 parcelas de 2 municipios y cuyas cepas no sobrepasan los 15 años. La producción es de 6500 kg/hectárea y una densidad de 3.300 cepas/ hectáreas, cultivadas en cuestas empinadas que, a veces, alcanzan una inclinación de un 30 por ciento.
Elaborado con la variedad de uva 100% Hondarribi Zerratia, son uvas que maduran en racimos muy pequeños y llegan a pesar de media entre 100 y 120 gr., y muy escasos por cepa. La uva fue seleccionada a mano, racimo a racimo, en cajas de 15 kg. A la entrada en bodega se realizó una criomaceración prefermentativa por espacio de 12 horas, tras la cual se efectuó un prensado suave con prensas neumáticas. Para eliminar las lías gruesas se hizo una decantación estática de 36 horas, a 10 grados de temperatura y en atmosfera inerte. A continuación, el mosto puro se fermentó al límite térmico más bajo para este proceso (14º) con objeto de mantener todas las propiedades frutales y varietales de la uva. Finalizada la fermentación alcohólica de 18 días comienza un proceso de crianza sobre sus propias lías durante 8 meses, removiéndolas una vez al día para obtener la complejidad herbal de la variedad y aumentar el tacto graso que le da elegancia y fluidez. Las labores de clarificación de este, implicaron 4 meses más de permanencia en depósitos y pasar después al embotellado.
El valor más importante de este vino es la capacidad de envejecimiento en botella retrasando la perdida de sus cualidades de juventud y frescura. Un vino que va a ir evolucionando de una forma lenta durante los próximos 5 años a su embotellado, ganando en complejidad y en matices, obteniendo un volumen, estructura y elegancia excepcionales.