Eder Merino es el artífice de uno de los productos más singulares de la marca de Aceites Solo: Arroniz. Hace algún tiempo, este profesor de historia decidió regresar al campo para hacerse cargo de las explotaciones familiares, que incluyen varias hectáreas de olivos en Bargota (Navarra).
Las aceitunas de Eder se transforman en aceites no filtrados, siguiendo la tradición local. Estos aceites se embotellan tras una decantación natural y cuidadosa de aproximadamente dos meses en tanques. Bargota, con sus olivares situados a 400 metros de altitud y suelos arcilloso-calcáreos, es un oasis donde se mezclan el clima continental extremo y el suave mediterráneo, produciendo un aceite de carácter único.