Blas Muñoz Chardonnay es la joya de la casa. No existe mejor chardonnay blanco en todo el territorio manchego. Acogido a la Denominación IGP de la Tierra de Castilla, procede de los viñedos más viejos de esta variedad que se cultiva en la zona. Una vinífera plantada en 1998, coincidiendo con la incorporación de la tercera generación de la familia Muñoz. La chardonnay se cultiva en los viñedos propiedad de la bodega, en la finca Los Villarinos, a 742 metros de altitud en la llanura de Ocaña. El tipo de clon es el adecuado para resistir los calores del verano pues, dependiendo de ello, es una cepa que se adapta a todas las condiciones climáticas.
Tras la entrada de la uva en la bodega, los racimos se introdujeron en la despalilladora-estrujadora con el fin de eliminar el raspón y romper ligeramente las bayas. Se maceró el mosto con los hollejos con el fin de obtener una mayor extracción de los aromas fermentando en barricas nuevas de roble. Además de la cesión de los aromas y taninos de la madera, el vino se enriqueció con una crianza sobre las lías de las levaduras que periódicamente se pusieron es suspensión con la técnica del batonnage, obteniendo así un vino con complejidad y mucho más volumen en boca. A continuación, fue envejecido en barrica nueva durante 6 meses.
El color es pajizo, brillante, con un aroma a fruta blanca madura, con recuerdos de hierbas secas y las especias dulces del roble cremoso. A la boca es graso, frutoso, especiado y largo de sabor.